Viajes, apariencias, mascaras y angustia.

Mucho tiempo sin escribir, demasiado. Hace días que me tentaba la idea de volver. Sin embargo, no contaba con la inspiración necesaria.Hace dos días volví de colon, entre ríos, un lugar perfecto para escribir, para alejarse de los problemas, un lugar perfecto para mi. Sin dudas me hubiese quedado a vivir, no soy como la típica adolescente que quiere joda las 24 horas, la que les gusta la noche le gusta el bochinche ! nono señor, a mi me gustaba levantarme a las 9 de la mañana, preparar el mate, ni tan dulce ni tan amargo, la medida justa. Agarrar un atado de puchos y ver el inmenso jardín lleno de colibríes mientras se consumía el primer cigarrillo del día. Después iba a la playa a seguir con mis dos vicios, el cigarrillo y el mate. Y por supuesto, leer una novela rosa, poco interesante mientras aparecían los primeros indicios de la exposicion al sol con la protección necesaria, por supuesto. Cuando volví a  buenos aires y comencé a ver la multitud de gente, el corte de luz (EDENOR la concha tuya), la ola de calor, TN que te repite 400 veces que vamos a morir calcinados dije "ESTO NO ES PARA MI" . Pero acá vivo, me queda un año de secundaria, después voy a estudiar  psicologia en la UBA... Sin embargo me quedo ese sentimiento de angustia, a veces cuando nos alejamos y hacemos un cambio de escenario, nos replanteamos que algo no anda bien en nuestra vida cotidiana. Casi siempre, no queremos volver. Algunos por las obligaciones, otros por que no están conformes con las personas con las que interactuan a diario. Me di cuenta que allá era yo misma, sentía que era tan transparente como el agua que me llegaba a la cintura del río Uruguay. Sentía que no era tan importante mi apariencia. Que pesaba más mi sonrisa y mi "buenas tardes" al almacenero de la esquina, que una hora usando la planchita y un delineado casi perfecto en el contorno de mis ojos marrones. Siento que en buenos aires, me estresa continuamente el querer agradarle a los demás... en entre rios quería encontrarme a mi misma y lo hice... ahora me cuesta volver a este entorno, lleno de gente superficial, lleno de mascaras que desdibujan la sol que fui. Y que en un viaje de 5 horas volví a perder.

"Por eso la mayoría de los seres humanos vive tan irrealmente; porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. el camino de la mayoría es fácil, el nuestro es difícil. Caminemos."